
En una nueva conmemoración del Día Internacional del Trabajador y Trabajadora, dedicamos un sentido homenaje a nuestras colegas enfermeras y enfermeros del país, por su compromiso con la salud de la población y el profesionalismo con el que han liderado la contención de la pandemia en los distintos niveles de atención, tanto en el área pública como privada, recibiendo reconocimiento mundial por la campaña de inmunización.
Junto con este esfuerzo mayor, denunciamos las grandes dificultades para poder desarrollar nuestra labor profesional: aumento de la cesantía; condiciones contractuales precarias e inestables sin carrera funcionaria; aumento de carga laboral; hostigamiento constante de autoridades locales; desvinculación arbitraria de parte de estos; vulneración de nuestro campo de desarrollo por medio de recomendaciones ministeriales que desconocen la ley que nos faculta para ser gestoras del cuidado de Enfermería. Esta es una práctica política constante de invisibilización y exclusión en las políticas de salud de nuestro país, desconociendo nuestro aporte histórico y continuo en el sistema sanitario y el reconocimiento de organizaciones internacionales de la salud que nos consideran profesionales altamente calificados.
Ante un nuevo escenario político social, en este día que se elevan las voces de tantas y tantos vulnerados en sus derechos de trabajador y trabajadora, hacemos un llamado a las nuevas autoridades a tomar conocimiento de esta situación y a detener estas prácticas antidemocráticas.
Con la férrea esperanza en una sociedad más justa, llamamos a la unidad a las enfermeras y enfermeros de nuestro país en la defensa corporativa de nuestra profesión, a recuperar y visibilizar nuestro rol profesional donde nos encontremos.
COLEGIO DE ENFERMERAS DE CHILE A.G.